Una mujer bastante mayor, con el fin de ayudar a un hijo suyo, firmó una escritura notarial de préstamo hipotecario por importe de 59.690 €, en la que se decía que había recibido “en efectivo metálico” e inmediatamente antes 52.221 €, y que el resto se retenían por la parte prestamista para gastos e impuestos, y en concepto de intereses anticipados. No obstante, lo cierto es que la mujer no recibió nada, y que su hijo únicamente recibió 30.000 € después de la firma de dicha escritura.
Para más “inri”, el prestamista ejecutó más tarde la hipoteca e instó contra dicha mujer una ejecución hipotecaria.
Interpuesta demanda por el abogado D. Ignacio Monreal solicitando que se declarara la nulidad por usura de dicho préstamo, y por tanto la nulidad de dicha ejecución hipotecaria, con fecha 18-12-2019 el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 4 de Getafe dictó sentencia desestimando la demanda. Pero interpuesto por el abogado Sr. Monreal recurso de apelación contra la misma, con fecha 13-11-2020 la Sec. 12ª de la Audiencia Provincial de Madrid dictó sentencia estimando dicho recurso, revocando la sentencia recurrida, estimando íntegramente la demanda, e imponiendo las costas de la primera instancia al demandado.
Finalmente, interpuesto recurso de casación por el demandado contra dicha sentencia de la A.P. de Madrid, con fecha 12-4-2023 la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo dictó auto inadmitiendo dicho recurso de casación, confirmando la citada sentencia de la A.P. de Madrid, e imponiendo las costas al recurrente/demandado, conforme a lo pedido por el abogado D. Ignacio Monreal.